viernes, 13 de mayo de 2011

Uñas hardcore (conurbanas)


Conmigo van a encontrar el eclecticismo en estado puro. O será que todavía me falta pulirme en el vicio, pero por ahora tengo pocas pretensiones a la hora de esmaltarme. Mi prioridad a la hora de elegir es el color y diría que por último la marca. En el medio vienen una serie de atributos como la duración, que sea fácil de aplicar, que seque rápido o que no se apelotone después de dos usos. Me justifico pensando "total son las uñas, no es la cara donde no da ponerse cualquier porquería en la piel" y además la ventaja de comprar esmaltes truchos es que se puede cometer el sacrilegio de ablandarlo con quitaesmalte en cuanto lo notás medio secote.
Así fue como en una perfumería innombrable (créanme, Romina es Sephora al lado de esto) me topé con unos canastos de $4,50 con un color negro metalizado adentro que en ese contexto daba tan pero tan pardo que dije "que hago Dios mío, que hago?". La típica decisión "ma sí, son 4 mangos, si me gusta como me queda voy y me compro el mismo color de una marca decente"...et voilá.
El esmalte es pésimo. Confieso que en los pies me duró dos semanas, pero las manos se empezaron a saltar al día siguiente, así que forget it. Pero el color amerita invertir lo que sea sin miedo al "como me queda?".
Y, para más detalles, observen la foto donde combino mis uñas outlet con sandalias de setenta pesos.

4 comentarios:

Agost dijo...

(créanme, Romina es Sephora al lado de esto)

AJJAJAJAJAJJAJAJJAJAJA
+10

lamotoneta dijo...

esas ojotasssssss quieroooooo

Rosana dijo...

mori de risa con tu cronica,yo ya aclare que soy enfermita...pero igual si me gusta el color compro,con culpa,pero compro.Asi acumulo medio millon de esmaltes con olores y texturas dudosisimas que despues no me animo a usar...jaja

Uli G. dijo...

genial! al menos en los pies amortizaste los 4 P ! besos